HECHO A MANO

Pan casero multicereales

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Foto: Jim Champion

El consumo de pan ha descendido en los últimos treinta años en España de 134 a una media de 36 kilos por persona y año, unas cifras que sitúan al país a la cola de Europa en cuanto al consumo medio de este alimento.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Panadería explica (CEOPAN) que el consumo de pan en las últimas tres décadas ha bajado de forma drástica, «a pesar de que la comunidad científica avala que, en contra de la creencia popular, el pan no engorda» y que debe estar presente en todas las dietas, también en las de adelgazamiento. «El pan es indispensable en cualquier dieta y, en contra de los prejuicios populares, el pan se debe consumir en mayor proporción de la que se consume habitualmente para evitar la obesidad».

Por eso, os proponemos aprender a hacer pan casero. ¡Es un lujo poder preparar, amasar con nuestras propias manos y degustar un pan recién hecho sin aditivos!

CÓMO HACER PAN CASERO MULTICEREALES

Foto: Jim Champion

Ingredientes para un molde grande:

2 vasos de agua (del tiempo en verano ó tibia en invierno)

½ pastilla de levadura fresca de panadería ó 1 sobrecito si es deshidratada

1 cucharada de miel

5 vasos de harina integral de trigo, o mezcla de varios tipos (centeno, espelta, soja, etc.), preferentemente de cultivo ecológico

1 vaso de copos de avena

3 cucharadas de semillas de lino, semillas de sésamo, de amapola, pipas de girasol…

1 buen chorreón de aceite de oliva

1 y ½ cucharaditas de sal

Ideal para desayunos y meriendas en tostadas: con mantequilla y mermelada, con tomate y aceite de oliva; con aguacate y queso; con pasta de sésamo y miel; con huevos revueltos y pimienta negra…

Foto: Roger Ferrer Ibáñez

Modo de elaboración:

En primer lugar nos lavamos las manos y limpiamos bien la superficie de trabajo de la cocina.

Colocamos el agua en un bol amplio, junto con la miel y la levadura y mezclamos un poco. Añadimos a continuación la harina, los copos de avena, las semillas, el aceite de oliva y por último la sal.

Mezclamos bien con ayuda de las dos manos y volcamos la mezcla sobre una superficie de trabajo enharinada. Añadiremos harina hasta que la masa se pueda trabajar sin que se nos pegue a los dedos.

Amasamos bien, unos 10 minutos, hasta que no quede nada de harina visible y se pueda formar una bola ligeramente elástica que no se pegue.

Foto: Roger Ferrer Ibáñez

Engrasamos un molde de pan y colocamos en él la masa, que también habremos untado ligeramente con aceite. También podemos formar pequeñas bolitas y colocarlas en una bandeja.

Podemos pintar la superficie del pan con un pincel de cocina mojado en leche y decorarlo con semillas de amapola, sésamo, pipas, copos de avena, etc.

Cubrimos con un paño y dejamos fermentar durante aproximadamente 1 hora, aunque esto dependerá mucho de la temperatura ambiente y de la cantidad y calidad de la levadura empleada. Más o menos la masa deberá doblar su volumen.

Transcurrido este tiempo, introducimos el pan en el horno ligeramente precalentado (sólo unos minutos), y horneamos a temperatura media (unos 160º), durante unos 45 minutos.
El tiempo también será variable en función del horno y del tamaño de la pieza de pan. Debe quedar ligeramente dorado, y al tocar la base con los dedos, la masa no debe sonar hueca. Si inicialmente se tuesta demasiado, bajaremos la temperatura para que la masa se cueza bien por dentro.

Una vez hecho, lo envolvemos en un paño limpio y lo dejamos enfriar bien antes de cortarlo en rebanadas finas con ayuda de un buen cuchillo de sierra.

Nota: El proceso se puede simplificar, aunque pierde gran parte de su encanto, empleando una panificadora, donde introduciremos los ingredientes en el mismo orden mencionado y
seleccionaremos el modo “Pan integral”.

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