HECHO A MANO

Entrevista a Julia Ruiz (LaSal Teatro)

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Julia Ruiz es una actriz granadina que actualmente dirige la compañía de teatro infantil LaSal y que cuenta con una extensa trayectoria en el teatro para niños: Cómeme Cruda, Zapatos, El Gran Traje, Aguaire, La Vieja Durmiente, Lalú, Soy Solo y actualmente con su último montaje Bailando sin Zapatos.

«El teatro llegó cuando miraba por el microscopio»

Hay personas que desde adolescentes tienen muy claro a que se quieren dedicar, otra cosa es que al final lo consigan, otras son veletas y se siguen aún encontrando…en tu caso Julia: ¿Buscabas “ser Puro Teatro” como diría La Lupe o el Teatro te encontró a ti?

La verdad es que nunca tuve nada claro a qué dedicaría mi vida, cuál sería mi trabajo. Era demasiado inquieta, me entusiasmaban muchas de las oportunidades que se cruzaban por mi vida y saltaba de una a otra sin decidirme. Al principio soñaba con ser pianista, misionera, bailarina o gimnasta, y a medida que iba creciendo pensé que quería ser bióloga, profesora de INEF, farmaceútica… hasta que estudié medicina. Fue allí, en la facultad donde el teatro empezó a infiltrarse en mi vida. El teatro llegó cuando miraba por el microscopio, aprendía los músculos y las arterias que nos forman y recorren y comenzaba a entender lo complicado y maravilloso que era el cuerpo humano. Poco a poco el teatro me hizo ver que cada emoción tiene una reacción por microscópica que sea y quise aprender los movimientos y las entonaciones que nos definen mientras seguía contemplando lo complicado y maravilloso que es el ser humano.

Desde los principios de la Compañía la orientasteis a montajes dirigidos a los más pequeños, ¿por qué esta decisión?

Para poder entenderlo y entenderme debería hacer un breve repaso a lo que ha sido mi vida profesional. Como he comentado, comencé a hacer teatro cuando estudiaba la carrera de medicina, aquí en Granada. Después de varios años empleando más tiempo en esto del teatro que en estudiar (al final conseguí el título pero, no se asuste nadie, nunca he llegado a ejercer) decidí, como buena provinciana irme a Madrid a estudiar arte dramático. Durante siete años estudié, actué en distintas compañías y trabajaba para poder dedicarme a lo anterior… y empecé a dar talleres de teatro para niños. Lo que empezó siendo un trabajo alimenticio se fue convirtiendo en vocacional. Me gustaba – y me gusta- dar talleres, enseñar. Durante estos años descubrí que no solo era un medio para que los niños desarrollaran formas de expresión o actitudes muy útiles en su vida diaria, sino que era un excelente laboratorio para poder ampliar y confirmar mis conocimientos teatrales, experimentar y comenzar a escribir mis primeros textos teatrales. Después, la vuelta a Granada (vuelta al sur…), donde continúo impartiendo talleres en colegios e institutos. En el año 2000 se crea LaSaL Teatro.

Comenzar a hacer teatro para niños/as era parte de la evolución natural de este proceso vital. Me fascina el desarrollo que se produce durante la infancia: el crecimiento físico, la creación del pensamiento, la conducta motora, la sensibilidad, los afectos… (reliquias de interés científico de la médico que no fui). Me interesa la relación entre este crecimiento y el entorno en el que tiene lugar. Me impresiona como hechos relevantes que suceden en este periodo, nos marcan y definen como adultos. Me atrae hacer teatro para niños porque me atrae hablar con ellos. Y me motiva profesionalmente porque creo que hay un campo de investigación, estética y de contenidos, enorme dentro de este tipo de teatro.

Ahora se que me dedico a este tipo de teatro por vocación. Quiero hacer lo que hago y disfruto haciéndolo. Aunque haya una lucha constante para demostrar que el teatro para niños y niñas no es un teatro menor. Que es tan digno y de tanta calidad como cualquier espectáculo para adultos. Y en muchos casos, incluso mayor.

«Ordeno el caos y escribo un pequeño cuento. De ahí el primer guión, las posibles escenas y comienzo a escribir»

Has recibido premios tanto a la mejor dirección y como a la mejor actriz, ¿influyen estos premios en la cantidad o calidad de las ofertas laborales que has recibido?

Los premios recibidos a título personal han influido poco en mi trayectoria. Mi trabajo se ha centrado siempre en LaSaL Teatro y he tenido poco tiempo para colaborar con otras compañías. Es cierto que he realizado varias direcciones artísticas y adaptaciones de textos… pero más relacionados con los reconocimientos y el status que LaSaL iba obteniendo con los años, que a la obtención de los premios mencionados.

Sabemos que eres multidisciplinar: ideas, escribes, diriges, actúas… ¿en qué ámbito te encuentra más cómoda?

Me cuesta mucho definirme. Cuando me preguntan prefiero responder que soy una mujer de teatro, dedicada al teatro. Me apasiona todo lo que rodea a este mundo y soy muy afortunada al tener mi propia compañía y poder experimentar libremente en distintos campos. El descubrimiento ha sido paulatino. En un principio solo me dedicaba a la actuación y no pensaba, ni quería haber otra cosa. Pero luego llegó la escritura que es el reverso de la moneda. Actuar: exteriorizar, mostrarte y reconocerte en un entorno bullicioso y social. Y por otro lado escribir: encerrarte y buscarte y buscar en soledad que es lo que quieres contarle al mundo. De algún modo soy yo misma y mis contrastes.

La dirección pienso que es el punto medio y donde me encuentro mejor.

Creemos que en los trabajos artísticos hay que equilibrar lo emocional con lo terrenal: paso a paso, hoja a hoja, ensayo tras ensayo, al final se consigue plasmar las ideas en un resultado final. ¿Te inspiras en tus propias vivencias a la hora de crear una nueva obra por el contrario buscas inspiración fuera de ti?

Normalmente existe una mezcla entre tus vivencias y los estímulos exteriores. Aunque reconozco que en mi caso el primer impulso nace siempre de alguna motivación personal. Un día cualquiera aparece la idea fugaz, la palabra clave, la frase o la imagen que, sin saber por qué se instala en la cabeza y se transforma en idea fija. Y sí, generalmente relacionada con algún momento personal, más o menos importante. Poco a poco a esta idea primigenia se le van añadiendo, uniendo por pura atracción –como un imán- otras imágenes, frases, acciones… que llegan desde fuera o que surgen de ti y que conforman un bloque compacto, informe aún, pero que ya comienza a ser el principio gestor del espectáculo. Esta es la parte más emocional en la que todo vale y en la que te dejas llevar sin poner apenas trabas porque todavía no hay nada definido. Ordeno el caos y escribo un pequeño cuento. De ahí el primer guión, las posibles escenas y comienzo a escribir.

En los pasos anteriores estaba sola frente a mi deseo de contar. Nunca frente a la necesidad de enseñar, ni de utilizar recursos o mensajes como: “sabemos que a los niños les gusta”. Solo en este momento decido a que edades me gustaría que fuera dirigido, porque esta decisión marcará el tipo de lenguaje de los personajes, el ritmo interno, las escenas visuales… es decir, la forma general del espectáculo.

¿Cuáles crees que son las claves para atraer la atención de los niños al crear y representar una obra teatral? ¿Piensas que se puede encontrar esta calidad en las compañías infantiles granadinas?

Desde hace ya varios años, Granada es, sin duda, uno de los referentes del llamado “teatro para la infancia”. Y podemos encontrar un buen número de compañías que ofrecen, desde esta ciudad, un teatro para niños/as de reconocida calidad.
No puedo definir las claves para que una obra atraiga la atención del público. Supongo que tendríamos que hablar sobre dramaturgia, ritmo, interpretación, estética, etc.… Demasiadas variantes para intentar definir la fórmula mágica de la “atracción escénica”.

Lo realmente importante es la necesidad de contar. La necesidad de transmitir una historia, una sensación, una emoción, una imagen. No puedo ponerme en su lugar, no puedo mirar con ojos de niña, porque ya no lo soy. Podemos respetarlos, intentar comprenderlos, querer acompañarlos. Mirarlos a los ojos frente a frente y no desde arriba. Que rían y que hagan pucheros, y que se queden mudos, se sorprendan, se levanten, se escondan, y que miren, imaginen y piensen. Me gusta hablar de las cosas sin tener que diseccionarlas ni evidenciarlas No quiero enseñar nada. Quiero que algo se huela, se sienta en el aire, o se vea por la nariz. Ayudar a que intuyan, aunque no entiendan. Que vean solo una parte, y que imaginen lo que no está. O que imaginan lo que vean, o lo que quieran. Dar sensaciones.

Quieren aprenderlo todo y debemos, con el mayor de los respetos hacia ellos y su mundo, darles lo mejor de nosotros mismos.

Cuando se programa algo dirigido a los más pequeños, en bastantes ocasiones se mezcla el público de 2 años con el de 9 años. ¿Cómo se enfrenta Julia en actuaciones familiares donde se mezclan las edades?

Pienso que cualquier creación es difícil, y que esta dificultad no deriva del género, ni de la edad a la que te quieras dirigir. Unos espectáculos nacen más complicados que otros. Pero es cierto que escribir y crear para público familiar tiene su peculiaridad. Es necesario saber que, en el teatro para niños y niñas, se distribuyen las obras para su venta en franjas de edad: 0-3 años, 3-6, 7-11 12-16… Una familia acude al teatro: madre y/o padre y dos hijos, uno de tres años y otro de seis. Y debe gustarle a todos. Este es el reto y para mí, es una cuestión muy atractiva aunque a priori parezca complicada. Debes trabajar construyendo la obra sobre varios niveles, teniendo en cuenta varias líneas de comprensión. Porque un niño de tres años está en una etapa evolutiva muy distinta a la de un niño de seis, y el espectáculo debe de ser, no solo atractivo para ambos, sino también para el adulto que lo acompaña.

«Una familia acude al teatro: madre y/o padre y dos hijos, uno de tres años y otro de seis. Y debe gustarle a todos. Este es el reto y para mí»

¿Recuerdas alguna anécdota graciosa que te haya pasado encima de un escenario?

Los momentos de actuación son muy auténticos, directos y únicos y es verdad que suceden miles de detalles curiosos que recordar. Te puedo contar que hice la prueba del predictor justo antes de comenzar una actuación, que corrí a los camerinos durante una escena en la que tenía apenas unos minutos… y allí estaba la confirmación: estaba embarazada. Cuando volví a salir al escenario estaba paralizada, miraba a los niños del patio de butacas y solo pensaba… yo tengo uno pequeñito aquí dentro…

La consecuencia de todo aquello fue: un desastre de función y una hija preciosa.

¿Cuál es tu personaje infantil favorito? ¿Y qué libro infantil recomiendas para que los padres les lean a sus hijos?

Mi personaje infantil preferido era, como no, Pippi Calzaslargas. La única niña independiente, fuerte y valiente, capaz de enfrentarse sola a cualquier cosa, sin miedo y sin necesitar adultos que la protegieran… Era fácil identificarse con ella.

En cuanto a la lectura, creo que lo más importante es que siempre tengan libros cerca, que no sean objetos extraños. Que no hagamos de la lectura una obligación Que leamos con ellos. Que cuando aprendan a leer no los abandonemos, que sigamos disfrutando juntos del placer de la lectura, hasta que veamos que para ellos la lectura es un placer.

¿Qué contarías a los padres que aún no conocen tu último montaje “Bailando sin Zapatos”?

Que es un espectáculo creado con mucho cuidado, tiempo y respeto.
Que habla de la amistad, de cuidar las pequeñas cosas que tenemos a nuestro lado y que apenas vemos, que todos podemos ser grandes héroes si sabemos escuchar, observar y ayudar en los momentos que parecen más insignificantes.

¿Qué lugar de Granada recomiendas para ir en familia?

A mi me encanta pasear por Granada. Hay muchos lugares para disfrutar en familia: desde los bosques de la Alhambra, el Sacromonte, cualquier ruta por la Vega, perderse por el Albaicín o sentarse en la Plaza Bibrrambla… Tenemos suerte de vivir en esta ciudad. Me gusta enseñarle a mi hija esos “lugares especiales” que todo el mundo guarda y que están relacionados con tu infancia o con tu adolescencia… y contarle historias…

Por ultimo Julia, ¿Cola Cao o Nesquik?

Cola-Cao, por supuesto. Desde pequeña siempre Cola Cao: con leche, con la mantequilla de las galletas que te tomabas a pares, a cucharadas hasta atragantarte, para mezclar en las pócimas más repugnantes, haciendo una pasta para escribir sobre el bizcocho… y ahora que no puedo tomar leche, a veces le pongo un poquito a la cazuelita del café…

Web LaSal Teatro:

http://www.lasalteatro.com/compania.php

CV de Julia Ruiz:

http://minigranada.com/wp-content/uploads/2014/10/Cv-de-Julia-Ruiz.docx