JUGANDO

El beneficio del juego en los niños

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El juego aporta a nuestros nanos momentos de placer y distracción, pero además cumple una función primordial y es la de acompañar a los niños en su desarrollo. Es el escenario en el que los nanos pueden practicar experiencias para medir sus propias posibilidades.
El juego pone en marcha las habilidades cognitivas del nano, en cuanto que le permite comprender su entorno, aviva el desarrollo del lenguaje y estimula su pensamiento. El juego compartido es un potente instrumento que facilita su desarrollo social. El nano decide la historia de los personajes de su juego, les dota de acciones y sentimientos, beneficiándose de un equilibrio emocional. El juego a su vez, estimula el desarrollo motor, ya que constituye la fuerza impulsora para que realice la acción deseada.
Si observamos a nuestros nanos comprobamos que a medida que crecen juegan de manera diferente, evidenciándose que hay una evolución del juego a través del desarrollo infantil.

Mediante el juego alcanzamos los siguientes objetivos: – Ayuda a que el niño adquiera nuevas conductas y habilidades, y le aporta la máxima funcionalidad posible en todas las áreas del desarrollo. – Consigue del niño la mayor participación en su entorno. – En niños muy pequeños o bebés, mediante el juego motivamos su actividad, facilitamos el movimiento, propiciamos y corregimos deseos y acciones, etc.

– En niños más mayores, mediante el juego evidenciamos las consecuencias y los objetivos de su acciones.

Jean Piaget realizó una descripción completa de los principales tipos de juegos que van apareciendo cronológicamente en la infancia. La secuencia evolutiva es la siguiente:

Estadio sensoriomotor, entre 0 y 2 años: predomina el juego funcional o de ejercicio. Consisten en repetir una y otra vez una acción por el puro placer de obtener el resultado inmediato. Los beneficios que conlleva este tipo de juego son los siguientes: desarrollo sensorial, coordinación de movimientos y los desplazamientos, comprensión del entorno que rodea al bebé (los objetos no desaparecen, las cosas suceden por causa-efecto, que los objetos se pueden combinar entre sí…), la autosuperación, la coordinación oculo-manual y la interacción social con el adulto de referencia.

Estadio preoperacional, entre los 2 y los 6 años: predomina el juego simbólico. Consiste en simular situaciones, objetos y personajes que no están presentes en el momento del juego. Algunos de los beneficios que aporta son: comprender y asimilar el entorno, aprender y practicar conocimientos sobre los roles establecidos en la sociedad, desarrollo del lenguaje, favorecen la imaginación y creatividad…

Estadio de las operaciones concretas, entre los 0 y los 12 años: predomina el juego de reglas. En estos juegos los nanos saben antes de iniciar el juego lo que cada uno tiene que hacer. Los nanos más pequeños suelen jugar por su cuenta, sin considerar las acciones de los demás. Ganar solo sirve para volver a empezar el juego. Los nanos más mayores se organizan para alcanzar una meta, teniendo en cuenta las acciones del otro y tratando de impedirlas o dificultando. Los beneficios que conlleva este tipo de juegos son: elementos sociabilizadores que enseñan a nuestros nanos a ganar y perder, a respetar turnos y normas y a considerar las opiniones o acciones de los compañeros. Resultan fundamentales para el aprendizaje de distintos tipos de conocimientos y habilidades. Favorecen el desarrollo del lenguaje, la memoria, el razonamiento, la atención y la reflexión.

Así mismo, a partir del primer año aparece el juego de construcción, que va evolucionando a través de los años. Al principio el objetivo del nano es apilar un objeto encima del otro para perfeccionar el movimiento, después se realiza para conseguir una forma simbólica. A partir de los 6 años, el nano suele construir para ejercitar otras capacidades cognitivas. Los beneficios que conlleva son los siguientes: potencia la creatividad, facilita el juego compartido, desarrolla la coordinación oculo-manual, aumenta el control corporal durante las acciones, mejora la motricidad fina, aumenta la capacidad de atención y concentración, estimula la memoria visual, facilita la comprensión y la orientación espacial, desarrolla las capacidades de análisis y síntesis. Este tipo de juego en los nanos evoluciona pero no desaparece. El juego anterior avanza, perfeccionándose.

Si estáis interesados en conocer las utilidades y beneficios de los juguetes en el desarrollo infantil no os perdáis las charlas que llevaremos a cabo durante el mes de diciembre, o ponte en contacto directamente con nosotras en la Clínica Infantil Nanos.