CULTURA

Altas Capacidades

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Cada vez más, las altas capacidades son un tema de creciente interés. Por ese motivo desde Clínica Infantil NANOS, nos parece interesante esbozar algunos aspectos de esta apasionante área de intervención.

Hasta hace pocos años, la idea de adaptar el currículo de los alumnos se asociaba a aquellos que presentaban dificultades para aprender, sin tener en cuenta a los alumnos con altas capacidades. En la actualidad, se apuesta porque la educación en la diversidad también comprenda la atención de personas con altas capacidades, sin embargo, existen muchas discrepancias entre los expertos a la hora de elegir la línea de actuación más adecuada.

Para situar al lector, un poco más sobre el tema que estamos tratando es necesario realizar un pequeño acercamiento al colectivo desde el punto de vista teórico-conceptual. Existen muchas definiciones sobre personas con altas capacidades aunque no hay un consenso grupal por parte de los expertos. No obstante, desde Clínica Infantil NANOS vamos a delimitar qué se entiende por persona con altas capacidades, teniendo en cuenta los términos que han se recoge, entre otros documentos, en el Manual de Altas Capacidades 2 de la Junta de Andalucía:

* Superdotado: se utiliza conjuntamente con las acepciones de genio, talento, altas capacidades, prodigio, etc. Según Castro M.L. (2008) se caracteriza por tener un nivel muy elevado de recursos en todas las aptitudes intelectuales: aptitud numérica, capacidad de cálculo, comprensión y razonamiento verbal, y capacidad espacial.

* Alumnado precoz: muestra un desarrollo temprano en una o varias áreas, pudiéndose confirmar o no las características que presenta una vez se consolide la maduración de su capacidad intelectual.

* Talento: la persona destaca de manera especial en un ámbito o ámbitos específicos, presentando una capacidad superior a la media en áreas como la artística, verbal, lógica, matemática, creativa, etc.

* Prodigio: niños que logran ejecuciones sobresalientes en edades tempranas y con la calidad de la obra de un adulto.

Renzulli considera que sobredotación es: la posesión de tres conjuntos básicos de características estrechamente relacionadas y con un igual énfasis en cada una de ellas:

* Una capacidad intelectual superior a la media, en relación tanto a habilidades generales como específicas.

* Un alto grado de dedicación a las tareas refiriéndose a perseverancia, resistencia, práctica dedicada, confianza en sí mismo, etc.

* Altos niveles de creatividad, considerando la creatividad como capacidad de las personas para responder con fluidez, flexibilidad y originalidad.

La OMS considera que una persona es superdotada cuando tiene un coeficiente intelectual (CI) igual o superior a 130.

Con todo esto desde Clínica Infantil NANOS vamos a entender por altas capacidades: una condición innata en las personas que les hace mostrar altos rendimientos en diversas áreas: académicas, artísticas, intelectuales, razonamiento, vocabulario, acreditado mediante pruebas fiables y válidas; tratándose así de personas excepcionales requiriendo como tal sus pertinentes NEE para potenciar al máximo su desarrollo integro.

Para basar nuestras intervenciones desde una perspectiva psicopedagógica. Es necesario contar con las aportaciones de los distintos modelos o teorías con los que se trabaja cuando nos encontramos con niños y niñas con altas capacidades. Siendo los más importantes para ello:

* Modelos basados en el rendimiento: Taylor que se basa en la capacidad académica, creativa, de planificación, comunicación, pronóstico y decisión. Y Gadner que aporta las inteligencias múltiples.

* Modelos cognitivos: Stenberg y Davidson centrados en el análisis de los metacomponentes de la inteligencia con la teoría triárquica de la inteligencia (componencial, experiencial y contextual). Teoría Pentagonal de Stember que se compone de 5 criterios: excelencia (superioridad en términos psicológicos al resto de su grupo normativo), rareza (identificación del rasgo en el que destaca por encima de la media), productividad (potencial productivo en algún ámbito), demostración (estar diagnosticado por pruebas válidas y fiables) y valor (rendimiento debe ser valioso).

* Modelos socioculturales: Mönks que modifica y amplía el modelo de «los tres anillos» de Renzulli dentro de un contexto social y las características personales de la persona. Feldhusen incluye como condición vital para que se den las altas capacidades el autoconcepto positivo, motivación y talentos especiales; y Gagné incorporan factores psicosociales como la familia, el colegio y el grupo de iguales.

Según Coleto Rubio (2009), algunas de las necesidades educativas más frecuentes en alumnado con alta capacidad son:

* En relación al currículum escolar: necesidad de una oferta curricular flexible, encontrar motivaciones en el aprendizaje, etc.

* En relación al estilo de aprendizaje: dedicar su capacidad a retos intelectuales superiores y no a la repetición de ejercicios, profundizar en temas de su interés personal, afrontar nuevos desafíos cognitivos, etc.

* En relación a las relaciones interpersonales: desarrollo de sentimientos de pertenencia al grupo clase, establecer contacto con distintos grupos de iguales con fines lúdicos…

Las estrategias educativas que más se utilizan en el alumnado con altas capacidades intelectuales para favorecer su pleno desarrollo, son:

* Las adaptaciones curriculares, que pueden llevarse a cabo mediante algunas modificaciones, ajustes didácticos y metodológicos como la gradación de actividades según el nivel de complejidad, agrupamientos flexibles, o mediante una adaptación curricular individual. Siempre tras la previa evaluación y tras las oportunas entrevistas con el profesorado y la familia. Para cualquier adaptación currícular la familia deberá ser informada y deberá aprobar su puesta en marcha en beneficio del alumno/a.

* La aceleración. Flexibilizará las normas para la duración de cada una de las etapas del sistema educativo para los alumnos con altas capacidades intelectuales, con independencia de su edad. Esto supone adelantar un curso por etapa, como máximo 2 años y nunca en la misma etapa, tras la evaluación y el consentimiento de la familia. El objetivo principal es facilitar y potenciar el desarrollo del alumno a un ritmo más adecuado a su capacidad, siempre que no perjudique negativamente en sus relaciones sociales o personales.

Asimismo, además de las intervenciones que pueden llevarse a cabo en los centros educativos, es imprescindible el trabajo y la colaboración de las familias, que deben fomentar en todo momento el potencial que tienen sus hijos y poner todos los recursos de los que disponen a su alcance para no frenar su desarrollo dentro de una “normalidad”, teniendo en cuenta que deben crecer al mismo tiempo que su grupo de iguales, para no sentirse diferentes o frustrados respecto al resto.

Las altas capacidades también pueden venir asociadas a otras necesidades educativas especiales. Cuando hablamos de niños y niñas con alta capacidad es imprescindible hacer referencia también a una serie de trastornos que pueden presentar debido a su situación y que dificultan su adaptación social y emocional así como su rendimiento académico. Entre los trastornos más frecuentes que pueden encontrarse en estos alumnos, Benito (1999), destaca:

* Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, (TDAH). En muchos casos, este trastorno no se aprecia de forma clara en alumnado con alta capacidad y es difícil diagnosticar, generalmente el alumnado con alta capacidad suele mostrarse más activo, inquieto, interesado, curioso que el resto, y el profesorado asocia estas conductas a su condición y no a un trastorno.

* Trastorno de ansiedad por separación, “fobia escolar”. Es más frecuente de lo que se piensa por miedo a ser rechazados por su condición “diferente” y no haber contado con una educación adecuada a sus necesidades concretas.

* Trastornos de aprendizaje. En algunos casos el alumnado con alta capacidad, como cualquier otro alumno, puede presentar cualquier trastornos de aprendizaje, intentando compensar su dificultad en uno, con su mayor capacidad para otras áreas.

* Trastorno generalizado del desarrollo: el Síndrome de Asperger (AS) se manifiesta de diferente forma en cada individuo, pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios.

* Trastorno negativista desafiante. Este trastorno asociado a la alta capacidad suele deberse al hecho de sentirse incomprendidos socialmente, a no haber tenido unos patrones familiares adaptados a sus necesidades concretas, etc.

Estos trastornos suelen darse de forma más o menos frecuente cuando tratamos con alumnado con alta capacidad. Por ello, es necesario diagnosticar el problema lo antes posible para que las intervenciones tengan resultados favorables, siempre teniendo en cuenta que se trata de un alumnado con unas necesidades educativas especiales, y por tanto su tratamiento debe adaptarse a cada una de esas necesidades de forma particular.

Puede resultar contradictorio hablar de bajo rendimiento académico e incluso fracaso escolar y altas capacidades. Pero lo cierto es que su inteligencia no hace que progresen por sí mismos sin ningún tipo de intervención. Es necesario realizar una amplia valoración de sus necesidades reales en función de cada alumno, contexto, edad y momento de desarrollo.

Las necesidades más importantes que debemos detectar irán a nivel:

* Psicológico: necesitan tener éxito en un ambiente intelectual dinámico, flexibilidad en su horario y actividades, intervenir en la planificación y evaluación de las mimas, etc.Los factores de personalidad relacionados con la motivación de logro, la falta de decisión, el bajo autoconcepto, poca monitorización metacognitiva (falta de adecuación entre lo posible y lo esperado), baja tolerancia a la frustración, y el poco autocontrol jugarán un papel decisivo en el rendimiento académico.

* Social: necesitan sentir que son aceptados, poder confiar en sus padres, profesores y amigos, para poder compartir sus pensamientos en un ambiente de respeto y confianza.

* Intelectual: en ocasiones precisarán de una enseñanza adaptada donde se les facilite el acceso a recursos adicionales, estimulación de su creatividad, etc.

Es un hecho que el desarrollo de un alumno con altas capacidades es producto de la herencia y el ambiente, interviniendo en ello la familia y el centro educativo. En la actualidad se deben enfocar las altas capacidades desde un paradigma interdisciplinar y neuropsicológico para comprender cómo funciona su mente y sobretodo cómo se cristaliza a lo largo de su desarrollo, ya que éstas no se garantizan sólo por configuración neruobiológica.

La cristalización del alumno con altas capacidades es producto de una interacción contaste que se produce entre oportunidad, personalidad, factores psicosociales y esfuerzo individual . En muchas ocasiones la familia y/o el profesorado de forma inconsciente pueden ejercer un dominio desmedido hacia sus hijos, proyectando en ellos sueños y aspiraciones no logrados por ellos mismos, pero que desean realizar mediante sus hijos debido a su alto nivel cognitivo.

Todo ello, junto a las características del menor y los factores ambientales, de manera indirecta nos lleva a crear en el menor un perfeccionismo entendido como el continuo de pensamientos y conductas asociadas a las altas expectativas o los altos niveles de responsabilidad, que se enmarcan en un alto rendimiento y el miedo a no conseguirlo. En su justa media este perfeccionismo no es negativo puesto que si conlleva un esfuerzo realista y sostenido que conduce a la excelencia. Pero lo cierto es que cuando nos adherimos a altas demandas personales y sociales que los demás proyectan en nosotros, aparece una preocupación desmedida y paralizante por los errores que podemos cometer, con lo que pondremos en riesgo el desarrollo de su potencial intelectual.

De ahí la necesidad de reconocer y valorar correctamente el perfil cognitivo con el que trabaja el individuo, ya que influirá de manera determinante en la gestión de su potencial intelectual.

Algunas de las dimensiones que debemos trabajar concienzudamente en nuestras intervenciones con menores con altas capacidades son preocupación por el error, estándares personales, percepción del criticismo parental, dudas sobre la propia competencia, percepción de las expectativas parentales, y organización.

El perfeccionismo se desarrolla a través de tres aspectos:

* El menor: donde incide el temperamento, estilo de apego, apertura a la influencia social como necesidad de aprobación, y la experiencia previa del logro frente al fracaso.

* La familia: modelo parental perfeccionista, respuestas de aprobación contingentes a los resultados académicos.

* Factores ambientales: contextos donde la naturaleza cultural es más o menos competitiva.

Este perfeccionamiento negativo del que venimos hablando lo podemos identificar en cuatro tipo de alumnos:

* Los que lo dejan todo para el último momento, son amantes de la adrenalina y disfrutan con la tensión de no saber si podrán conseguirlo o no.

* Evasores de responsabilidades y tareas.

* Indecisos, que dudan eternamente ante cualquier toma de decisión.

* Controladores de la excelencia de los demás.

Para evitar todo esto es muy importante que la intervención no se limite al enriquecimiento curricular, sino que se trabajen aspecto metacognitivos para marcar objetivos realistas ajustados a su propia competencia y planificando en todo momento su consecución. Es fundamental trabajar en el autoconocimiento del alumno, regulando las habilidades en los distintos dominios, con el fin de conectar pensamiento y acción, haciéndoles más reflexivos y estratégicos.

Tanto desde el ámbito escolar como el familiar tenemos que evitar que se produzca el Síndrome de Disincronía. Éste se refiere al desequilibrio que se produce entre su desarrollo intelectual y cualquier otro ámbito como pueden ser: afectivo, psicomotor, lenguaje, etc. Por ejemplo hablaremos de disincronia afectiva cuando no somos capaces de identificar su inmadurez emocional, y lo tratemos emocionalmente a la par que su intelecto.

Desde Clínica Infantil NANOS trabajamos para que todo esto sea posible, orientamos a las familias e intervenimos con los menores según sus características, si estas interesado en nuestro trabajo contacta con nosotros y le atenderemos sin compromiso.

Si tienes alguna duda ponte en contacto con nosotros:

Clínica Infantil Nanos. C/ Pedro Antonio de Alarcón 54, 4ºA, Granada.

Teléfono: 858.99.18.48

María del Mar Machuca Carmona

Psicopedagoga especialista en Atención Tempana en Clínica Infantil NANOS