HECHO A MANO

Alfabetización emergente: Papá, ¡ahí pone Coca-Cola!

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Foto: Eva Penélope

De pequeños, mientras viajábamos en el coche nos gustaba jugar al “veo veo”, deletrear las matrículas de los coches que veíamos cerca, adivinar el letrero de algún comercio o empresa con tan solo ver el icono, color o forma de sus letras (ahí pone Coca-Cola, McDonald´s, hospital) o incluso escribir una carta a papá y a mamá donde solo existían garabatos.

El acercamiento al papel escrito, a las grafías, a la direccionalidad de nuestra lectura y escritura desde muy temprana edad es lo que denominamos alfabetización emergente o temprana. Estas experiencias preceden a la enseñanza de la escritura en la etapa escolar, de manera que el pequeño comienza con un buen conoci-miento del texto impreso gracias al contacto con los libros y material impreso en su ambiente cotidiano.

Es muy importante promover la lectura desde pequeños para un desarrollo integral del niño/a, ya que antes de los dos años las sensaciones perceptivas y sensoriales como tono o calidez de la voz transmiten emocio-nes que permiten el buen desarrollo del área cognitiva y emocional del pequeño.

Para promover y facilitar la lectura emergente podemos:

† Dedicar al menos 15 minutos diarios a contarle su cuento preferido siguiendo con el dedo la dirección de la lectura, ya sea antes de dormir o en la tarde. La mayoría de los niños se quedan dormidos al rela-jarse escuchando la voz de su mamá o papá leyendo ya que la propia voz transmite seguridad, calidez y cercanía.

† Comentar el cuento, la revista, la noticia o el panfleto que estemos leyendo con él, haciendo preguntas, por ejemplo ¿Y qué dijo el niño?, también dejando que narre él mismo el cuento, permitir que invente finales…

† Permitirle que ayude a elaborar listas de la compra, recetas, etc. Aunque escriban garabatos, pues ayuda a ir descifrando la direccionalidad de nuestra escritura y el acercamiento al texto impreso.

† LEER. El solo hecho de observar que sus papas leen es un motivo para agarrar un periódico, revista o libro y ejercer el rol de lector fingiendo leer. De esta forma se acercaran a la forma escrita de las pala-bras, a diferenciar las imágenes de las grafías y poco a poco a asociar imagen-palabra.

Y sobre todo debemos hacerlos partícipes del momento “lectura”, permitiendo la interacción y haciendo que sea un momento especial y de disfrute para nosotros y para el pequeño, siendo flexibles en el horario y sin obligarles a coger el libro, de esta forma conseguiremos que sean ellos mismos los que nos pidan y busquen ese momento.