Y desde MiniGranada os animamos a que juguéis con ellos, porque lo que hace más feliz a los niños es que su madre y su padre pasen la tarde jugando con ellos.
Os dejamos tres poesías para este primer día del año, ilustradas por una gran fotógrafa y buena amiga, Noemí Elías Bascuñana (instagram.com/beigott).
Foto: Noemí Elías
«¡Vamos a jugar muchachos!» de José María de Horna
¡Vamos a jugar, muchachos!
¿A qué podemos jugar?
Juguemos a amarnos todos, Juguemos a no dudar. Juguemos a ser hermanos
que están aprendiendo a amar.
Juguemos a dar la mano a quien duda al caminar. Juguemos a estar alegres
cuando el otro triste está.
Juguemos a hacer regalos de sonrisa y bienestar. Juguemos a regalarnos,
enteros, sin regatear.
Juguemos a ver la vida llena de calma y de paz. Juguemos a ser constantes
y a repartir amistad.
Juguemos a ser más buenos, cada día un poco más… Y así haremos más hermosa
la vida que Dios nos da.
Foto: Noemí Elías
«Como somos niños» de Silvia Beatriz Zurdo
Como soy un niño me gustar jugar bajo el sol hacer mil preguntas, explorar cada rincón, descubrir en primavera
el color de cada flor.
Necesito tiempo, paciencia, amor, comprensión, y cantar con el viento su única canción. Prefiero sonrisas y mimos
las veinticuatro horas del día.
Deseo contar las estrellas y pintar el futuro de alegría. Quisiera que algún mago los sueños hiciera realidad y que cada niño del mundo
tuviera una oportunidad.
Foto: Noemí Elías
«El inventor de la alegría» de Silvia Schujer
Ya llega el inventor de la alegría con ustedes Adalberto Algarabía. Saluda el inventor de la alegría
al público del circo de la vida.
Empieza por las caras enojadas pegoteándoles sonrisas encantadas. Después les da un país lleno de amigos
a los tontos que pelean sin motivos.
Dar relojes de jugar es su manía para aquellos que trabajan todo el día. Racimos de cosquillas para todos
en la panza, en las piernas y en los codos.
Ya llega el inventor de la alegría Con ustedes Adalberto Algarabía. Saluda el inventor de la alegría
al público del circo de la vida.
Pronto hará que el recreo de la escuela dure más que los cuentos de una abuela. Y de chistes ha de armar un diccionario
para ver crecer un nuevo abecedario.
Llenará con una estrella las almohadas por dormir con la noche iluminada. Y pondrá en cada pared una ventana
para ver cómo entra el sol cada mañana.
Saluda el inventor de la alegría con ustedes Adalberto Algarabía. El público le brinda ovación
y en el circo ya se acaba la función.