De verdad que no podía
Marc no podía dormir. De verdad que quería dormir. Pero de verdad que no podía. Imaginaba todo tipo de circunstancias terribles que podían ocurrir por la noche. ¿Quién no tendría terror? Con tanta oscuridad… Con tanto silencio… Eran demasiadas cosas a las que enfrentarse. Pero, por supuesto, allí estaba su madre para defenderlo de todo peligro. Ella haría cualquier cosa para sacudirle el miedo. ¡No ahorraría esfuerzos! Pero Marc, a pesar de todo… de verdad que no podía dormir. Algunas veces, ningún arma o escudo, ningún invento posible es capaz...




