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Sendero «Cueva del Agua»

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El área recreativa La Alfaguara es el punto de partida de este sendero que además de permitirnos atravesar pinares, encinares y un pequeño pinsapar bien conservados nos lleva a la Cueva del Agua. Se trata de una espectacular cavidad cuyo expolio ha obligado a cerrar su acceso y sólo puede observarse desde fuera.
Más imponentes son las vistas de Sierra Nevada desde el mirador del mismo nombre y desde el de la Cueva del Gato posterior.

El paisaje calizo de estas sierras parece haber dibujado caprichosas formas y texturas que, de mirador en mirador, podremos ir observando en este recorrido circular por la Sierra de Alfacar y Víznar. En su interior, el agua moldea cuevas y abrigos, o sale a la superficie en manantiales que luego surcan laderas por barrancos llenos de vida.

Este sendero conjuga elementos protagonistas, miradores, agua y oquedades, que nos permitirán entender mejor la fisonomía de este parque natural, así como su historia antigua y reciente.

Trayecto:

Circular.

Longitud:

6,5 km.

Tiempo estimado:

3 horas.

Dificultad:

Baja.

Tipo de camino:

Pista forestal, camino pedregoso y arenoso.

Paisaje y vegetación:

Paisaje kárstico, calizo, con collados, barrancos, abrigos y cuevas (Cueva del Agua).
Terrenos con pinares de repoblación y encinas y coscojas, con especies de matorral bajo (aulagas, piornos, jaras, etc.). Miradores con vistas a la sierra.

Sombra:

Frecuente.

Autorización especial:

No es necesaria.

Recomendaciones:

Llevar agua potable y vestimenta y calzado adecuados. Cerciorarse de la potabilidad del agua de las fuentes.

De mirador en mirador

El sendero se inicia en las proximidades de la colección botánica del Arboretum (ver [1] en el mapa), antiguo vivero forestal destinado a las extensas repoblaciones de coníferas que se hicieron, tiempo atrás, en estas sierras.

Por una pista forestal, y tras recorrer algo más de un kilómetro, llegaremos al mirador de Víznar o de la Cueva del Gato [2].
Desde aquí, se puede observar el valle del río Darro, varias casas forestales, la del Gato y la de Bolones, y las trincheras en la cima del cerro de Maúllo, memoria de la Guerra Civil.

El grupo de pinsapos está catalogado como Arboleda Singular, por su rareza en estas sierras. Estos ejemplares se introdujeron en repoblaciones del siglo pasado. De forma cónica, resulta muy peculiar, disponiéndose sus hojas en espirales a lo largo de la rama, lo que nos facilitará su reconocimiento.

Después, deberemos estar atentos porque hay que tomar una senda marcada a la derecha que asciende por un barranco que se llama de la Umbría [3], por ser una zona orientada al norte y recibir poca exposición lumínica. Por este húmedo y fértil barranco podemos observar bastantes ejemplares de pinsapo, exótico abeto en este lugar que, en algunos casos, supera los 15 metros de altura.

De cerro en cerro

También podemos ver gran cantidad de pinos de repoblación y encinas, acompañadas de matorrales densos, recuperando parte de su dominio natural bajo estas coníferas, y un buen número de plantas aromáticas y medicinales que avivarán nuestros sentidos.

Llegamos al final de este barranco donde un mirador nos ofrece vistas inmensas. Denominado Collado de Víznar [4], se encuentra tapizado por un manto vegetal adaptado a los fuertes vientos y a la radiación extrema, y formado por espartos, cojín de monja, salvias, etc.

Sobre nuestras cabezas podremos ver el vuelo de rapaces planeando, aprovechando las corrientes térmicas, mientras a nuestros oídos llegará el canto de pájaros de menor tamaño, que delata su presencia.

A nuestra izquierda observamos la sierra de Almijara, Sierra Nevada y el cerro de Víznar; justo enfrente, los pueblos de Víznar y a su derecha Alfacar, ambos mirando a la ciudad de Granada y a su vega.

Finalmente vemos un macizo montañoso, de tonalidad rojiza, que posee en sus paredes grietas y cuevas originadas por la acción del agua de lluvia que, al entrar en contacto con el dióxido de carbono (CO2) que hay en el aire, disuelve lentamente las rocas calizas que componen estas sierras, dando al paisaje un rico catálogo de formas peculiares.

Hasta llegar a la cueva

Caminaremos entre encinas y coscojas [5] antes de comenzar a bajar y observar una depresión a nuestra izquierda, a modo de cubeta, más ancha que profunda [6]: son las llamadas dolinas, formas cóncavas producidas por hundimientos del terreno, al formarse una cueva o caverna debajo de ellas. En su centro hay un arbolillo espinoso, el majuelo, cuya madera de color blanco o rosado se usa en tornería y como combustible.

A los pocos minutos de pasar un antiguo transformador construido de piedra, llegamos a otro mirador [7], el de Cueva del Agua y a la propia cueva que le da nombre [8].

EL MIRADOR Y LA CUEVA DEL AGUA

Desde este mirador, podemos observar el Cerro Calavera, un perfil fabuloso de Sierra Nevada, el valle del Darro a nuestros pies, y la Cruz de Víznar cercana a un puesto para la vigilancia contra incendios.

Llamará también nuestra atención una gran fisura en la roca, la Cueva del Agua, a cuya entrada nos dirigiremos, y desde la que, a pesar de estar cerrada por motivos de conservación, podremos comprobar el tesón del agua modelando estos paisajes y horadando abrigos y cuevas como ésta, utilizadas como refugio desde siempre. En ocasiones, estas aguas subterráneas encuentran una fisura o una capa impermeable que las hace salir a la superficie en forma de manantiales, junto a los que se situaron las poblaciones y asentamientos, asegurándose su abastecimiento. El agua, una vez más, se convierte así en modeladora del paisaje que conocemos.

En un pasillo horadado en la roca está la entrada a la cueva del Agua, el final de un recorrido que nos adentra en una gruta que fue poblada durante el Neolítico y que ahora solo se puede contemplar a través de una gran reja que ha tenido que instalarse para evitar actos vandálicos y proteger el patrimonio geológico, estalactitas y estalagmitas que posee, y las colonias de murciélagos de herradura y murciélagos de ‘patagio’ aserrado que habitan en su interior.

Esta entrada a la cueva, a la que solo se podía acceder desde la parte superior del cerro, fue abierta artificialmente para poder llevarse los frutos del expolio que se perpetró en los años cincuenta y sesenta del siglo XX. Es una gran sala que desciende hacia el interior de la tierra. No tiene pasadizos ni galerías, es una cavidad abierta en la que se oye el sonido de decenas de gotas de agua que caen desde el techo y que, con el paso de los milenios, han creado columnas de estalacticas unidas a estalagmitas. La mayor de ellas, de ocho metros de diámetro, situada en el centro de la cavidad, fue cortada por completo para utilizarla como elemento de decoración en la ciudad.

La Cueva está cerrada con una reja de hierro, pero lo que si podemos ver son las magníficas vistas desde el mirador.

Desde aquí, volveremos hasta el transformador y a la pista forestal para, poco a poco, descender durante 1,5 km, aproximadamente, hasta el inicio y completar así el recorrido circular de este sendero.

En estas sierras de suelos calizos abundan las cuevas y abrigos utilizadas por pastores y animales para guarecerse.
Entre estos últimos, destaca el murciélago, de visión reducida a favor de otros sentidos más desarrollados, y blando cuerpos que no necesitan protegerse del sol.

Encinas y jocosas

Durante parte del recorrido, caminaremos rodeados de encinas y coscojas, ambas productores de bellotas, pero con matices que las diferencian: las coscojas, al contrario que las encinas, tienen las hojas adultas sin pelillos, con el mismo color por el haz y que por el envés. Es, además, de porte arbustivo y tiene la bellota pinchuda.

Cómo llegar

Desde Granada por la A-92 en sentido Este, hacia Guadix. En la salida 253 tomar la GRNE- 52 sentido Víznar. Recorridos unos 3 km se llega al centro de visitantes Puerto Lobo, donde tomamos la pista Puerto Lobo-Alfaguara que es la que nos lleva al inicio del sendero, tras recorrer unos 5 km.

Aparcamientos

No hay aparcamiento habilitado al inicio del sendero, aunque hay lugares próximos donde es posible dejar el vehículo.

Transporte público

Las principales empresas concesionarias de las líneas regulares de autobuses en la zona son Alsina Graells Sur (tel. 958 18 50 10), Carlos Fernández de la Torre, SL (tel. 958 40 54 13) y Trinidad Nievas, SL (tel. 958 54 51 10).
La estación de ferrocarril más próxima se encuentra en Granada (consultar servicios y horarios en www.renfe.es o en el tel. 902 24 02 02).

Más información

Centro de Visitantes Puerto Lobo

Dirección: Ctra. Víznar a Puerto Lobo km 43. Víznar. Granada.
Teléfono: 958 54 04 26