Ferdinando es un toro grande y fuerte. Y se ha criado entre toros grandes y fuertes que se dedican a pasar el tiempo resoplando y topándose unos con otros, haciendo alarde de su poderío, de sus imponentes presencias. Pero Ferdinando no es así. Su naturaleza es distinta. Es toro, pero por muy toro que sea, no hay nada escrito acerca de qué debe gustarle a un toro, si bien es verdad que sí hay mucho dicho sobre lo que se espera que debe gustarle. Pero… qué se le va a hacer, a Ferdinando le encanta la vida contemplativa: le apasiona la brisa en la cara, le fascina otear a su alrededor y conmoverse con la belleza que brinda la naturaleza, y le complacen especialmente las flores, sus colores, sus fragancias. Así, es un toro bravo, pero es manso. Y esa es su vida. Apreciar el mundo y su belleza.
Un día, unos toreros de Madrid van en busca del toro más apto para una corrida. Parece claro que Ferdinando no iba a ser el elegido, con su parsimonia, con su actitud relajada… No había impronta para el toreo en Ferdinando. Pero, hete aquí que justo en ese rato le pica una abeja y él, corre, grita y brama. ¡Qué buen ejemplar para las corridas!, se dicen fascinados los mozos, que van en su busca. ¡Qué gran toro para un gran torero! Así que, con este lío monumental, se llevan a Ferdindo a la plaza… y allí…
¿Qué pasará con nuestro torito manso? ¿Lo banderillearán los banderilleros? ¿Lo picarán los picadores? ¿Lo matará el matador?
Ferdinando el toro es una historia clásica y tierna, en la que la imagen es parte activa de la dulzura que rezuma. Una delicia para compartir y para reflexionar sobre lo que nos determina y sobre lo que permitimos que nos determine.
Título:
Ferdinando el toro
Autor:
Munro Leaf
Ilustrador:
Werner Klemke
Editorial:
Lóguez, 2013
Edad recomendada:
a partir de 6 años.