Amamantar a nuestros hijos es, como ya sabemos, algo saludable, cómodo, tierno, práctico, etc. Una vez superado el inicio de la lactancia, cuando todo avanza perfectamente, una vez hemos conseguido superar los comentarios sobre nuestra capacidad como madres y sobre la calidad y cantidad de nuestra leche, ahora que estamos disfrutando de nuestra lactancia aparece sobre nosotras la sombra de la vida laboral.
Mientras a algún gobierno se le ocurre modificar la ley y entiende que se debe permitir y proteger el derecho a proveer a nuestros hijos del mejor y más adecuado alimento el mayor tiempo posible (y eso es mucho más de 16 semanas) con una baja maternal mínima de 6 meses.
Mientras esa ley llega las madres volvemos a trabajar y podemos mantener la lactancia. Con asesoramiento adecuado, con ayuda eficaz y con la información sobre las necesidades de nuestro bebé, la vuelta al trabajo será un momento menos duro para madre e hijo.
Odile, Nacho e Iker: atardecer jugando y mamando en el llano de la perdiz.
Autor: Jose Santopalomo
La madre puede extraer leche en el trabajo: a temperatura ambiente aguanta hasta 8 horas y se puede usar nevera con un hielo para transportarla, para que se la den a su bebé al día siguiente mientras ella no está. Dependiendo de la edad del bebé se pueden empezar a introducir algunos alimentos sólidos en las horas que la madre está fuera.
Es importante buscar información práctica si vamos a usar un sacaleches porque no todos los que venden sirven. En el mercado hay muchos aparatos que se venden como productos para la lactancia y no son más que «juguetes» que no cumplen su función.
Es decir que no hace falta abandonar la lactancia cuando volvemos al trabajo.
Que nuestro bebé agradecerá que después de una jornada sin nuestra compañía lo tomemos en nuestros brazos y le ofrezcamos el pecho. Que nadie nos diga que por no hacer dos o tres o cuatro tomas directas del pecho mientras estamos en el trabajo ya no merece la pena nuestra lactancia. Una sola toma de pecho al día que pudiésemos hacer ya merecería la pena, y mucho.
En esos momentos son importantes las tomas nocturnas. Ayudan a mantener la producción que necesitamos. La leche nocturna es más nutritiva. Esas tomas sirven para compensar la separación durante el día, también desde el punto de vista emocional.
La producción de leche no se ve afectada porque algunas tomas no sean directas, seguiremos produciendo toda la leche que sigamos extrayendo ya sea de forma directa con el bebé o a mano o con extractor.
También es importante pensar quién va a cuidar a nuestro bebé
Si podemos contar con alguien de la familia; o si queremos contratar a alguien que lo cuide en casa y lo acerque a nuestro trabajo cuando tenga ganas de mamar, que también es una buena opción. O si lo dejamos en una escuela infantil, donde debería haber al menos una persona que sepa manipular la leche materna para no alterar sus propiedades (o que llame a Mamilactancia para conocer qué fácil es). También es buena idea mirar bien qué permisos podemos juntar para que nuestra incorporación sea lo más tarde posible, o incluso saber si podemos tomar alguna reducción de jornada o incluso excedencia. Todas estas decisiones son muy difíciles y muy personales. No dejemos que nos influya lo que nos digan desde fuera.
Es importante empezar a pensar en la vuelta al trabajo cuando falte una semana o así, para organizarnos, pero mientras tanto es más importante dedicar el tiempo a disfrutar de nuestro bebé, a mirarle, abrazarle, besarle y a darle el pecho, lo demás viene solo.
También conviene tener en cuenta que si la madre intenta ofrecer su leche extraída lo más probable es que el bebé no la tome, pero eso no quiere decir que luego no vaya a hacerlo, lo que ocurre es que no entiende por qué de pronto la leche está en un vaso o biberón. Cuando la reciba de otra persona la aceptará más o menos sin problema. Pero también es muy probable que espere a que vuelva su madre, sobre todo los primeros días, y prefiera dormir. Simplemente sabe que su madre trae su alimento y “si mamá no está no hay alimento, mejor me espero”. Y luego poco a poco vaya aceptando tomar un poco de leche.
En este documento hay información muy útil: Guía para la promoción de la alimentación equilibrada en niños y niñas menores de 3 años (Junta de Andalucía).
Consejos para guardar la leche extraida:
La leche materna extraída durante las mismas 24h se puede mezclar o se puede dar por separado. A temperatura ambiente aguanta hasta 8 horas. En el frigorífico puede estar hasta 4 días. Y en el congelador, depende de la categoría del congelador hasta seis meses.
Cuando el bebé ha empezado una toma y no termina el contenido del biberón o vaso no hay que tirar la leche sobrante, es oro líquido y no debemos desperdiciarla. No se contamina ni se echa a perder con las bacterias de la boca de nuestro bebé porque son las mismas que contiene la leche y que constituyen las defensas y el sistema inmune de nuestro bebé.
Para más información puedes buscar a tu grupo de apoyo a la lactancia más cercano. En Granada cuentas con Mamilactancia y nos encuentras en Facebook www.facebook.com/mamilactancia; en [email protected] o en los teléfonos 958566394 y 695327062.
Montserrat Sánchez Ferrer y Cándida Cabrera Castro (Mamilactancia)